La voluntad de crear una carretera lo más atractiva posible, dentro de los necesarios requerimientos ambientales, se extiende también a construcciones complementarias, como los muros y las barreras acústicas, y a estructuras como puentes o pasarelas e incluso a los túneles. Hoy en día, proyectar esta estructuras supone, cierto que en unas más que otras, un reto de integración y originalidad donde el diseño y la función son indisolubles. Pero veamos que claves existen para lograr un equilibrado diseño estético-funcional y al mismo tiempo, un adecuado resultado de integración con el entorno.
De entrada, el carácter de algunos muros próximos a la carretera parece justificar a priori, la necesidad de cualquier actuación artística. Pocas construcciones como éstas pueden llegar a resultar antipáticas: la pared continua resulta, casi siempre tan impactante como sosa, monótona, aburrida molesta... Sin ánimo de discutir la utilidad del muro y dada la difícil integración de esta obra en cualquier paisaje, se puede decir que su empleo como soporte artístico suele ser bien acogido y que puede aportar algo de interés a esta tosca y ruda construcción.
La función estructural suele ser prioritaria en la mayoría de los muros; en otros, sin embargo, puede ser más importante la restauración ambiental (muros verdes) o la protección contra ruidos (barreras acusticas). En lo que sigue reservamos el sustantivo "estructuras" para sus hermanos mayores los puentes, incluyendo también aquellos que son diseñados para su uso exclusivamente peatonal o pasarelas.
Por otra parte, aun en los caso en que en peajes y puestos fronterizos siga siendo obligatoria la parada, esta es cada vez más fugaz. Las fronteras desaparecen o se diluyen, se agilizan los pagos en los peajes con sistemas automatizados y, al final, donde antes costaba horas avanzar unos kilómetros, ahora sólo hay un tramo de camino algo engorroso, con un gran ensanchamiento de la superficie afirma y unas instalaciones de control dotadas con barreras automatizadas, máquinas expendoras de tiques, cabinas, una gran cubierta, etc. que a fin de cuentas constituyen desde el punto de vista perceptual, una imponente barrera visual.
Se podría profundizar en los comentarios puramente descriptivos pero no hay que olvidar que los puestos fronterizos poseen otra contonaciones, con toda seguridad más sugerentes, a considerar. Están conectados con la imagen de marco referencial, puerta de entrada y salida a un país, temática ya empleado en otras ocasiones en la escultura en carretera.
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